Masahiko Okubo ha sabido rescatar la histeria ruidista japonesa con su proyecto Linekraft. En él Okubo expone increíbles ejemplos de furia power electronics que le han hecho elevarse como uno de los proyectos actuales más representativos de este género. Su increíble creatividad fusionada con un estilo personal que huye de los estereotipos es la firma de calidad de este potente proyecto japonés. Masahiko Okubo nos habla de Linekraft…
¿Cómo y cuándo surge Linekraft? ¿Porqué decidiste emprender este proyecto?
Linekraft comenzó en 2007, hasta aquel momento tocaba música cercana en el estilo de bandas como Swans, Missing Foundation o Einsturzende Neubauten. Tocábamos básicamente para directos dentro de la escena ruidista japonesa. Cuando la banda se separó, comencé Linekraft.
¿Cómo definirías el estilo de Linekraft? En líneas generales, ¿qué pretende transmitir el sonido de Linekraft?
Soy un buscador de la música «real». Vivo en sociedad y relamente lo odio. Al menos, en mi país, son muchas las personas que piensan de la misma manera, tienen las mismas preferencias, aman los productos de «marca» de manera idólatra, como esclavos que trabajan en una sociedad que les ha lavado el cerebro. Una sociedad que parece estar ocupada por una “masa” que se traga todo sin pensarlo dos veces. Creo que el concepto de música industrial nació como una reacción frente a esto. La música de Linekraft me representa a mí mismo y a mi ideario. Intento motivar el pensamiento sobre la vida y la muerte. Este es un tipo de música dirigida a individuos que no toman ningún tipo de opio de «bienes» cuidadosamente categorizado.
¿Crees que el ruido es un buen código para expresar sentimientos?
Creo que el ruido está cerca del sentido de humanidad, pensamiento y creencias del artista para con el oyente. El sonido únicamente varía en forma, por lo que entra en juego la dinámica de ejecución de cada artista.
Tesco Organisation editó uno de los mejores trabajos de power electronics del pasado año, Subhuman Principle. ¿Cómo concebiste este LP?
Lo planeé y concebí con un pensamiento muy particular, haciendo de él una especie alegoría al «principio subhumano». Ese álbum trata sobre el gobierno genocida en Camboya de 1970. En él se muestra cómo el comportamiento del gobierno llega a un punto de inflexión en el que se expone cómo un ser humano intenta controlar a otros. Esta experiencia se manifiesta en condiciones extremas a través del oyente, con la pretensión de tomar una decisión: ¿Consideras más viable pertenecer a un gran grupo, o prefieres pensar en ti mismo y estar solo?
Eres un artista muy prolífico. En un solo año podemos ver hasta cuatro lanzamientos distintos el las listas de novedades. ¿De dónde nace este impulso creativo? ¿Los temas son fruto de la experimentación o tienen un corpus preconcebido?
Cuando comencé Linekraft hacía que la música funcionara como un experimento sonoro, algo espontáneo. Ahora tengo la intención de intentar hacer un trabajo significativo. Estoy muy interesado en el comportamiento humano en condiciones extremas a lo largo de la Historia.
En los últimos tiempos has sido llamado para actuar en festivales punteros como Wroclaw industrial Festival, o el festival de Tesco planeado en París. ¿Qué es lo que más te gusta de tocar en vivo? ¿Resulta complicado adaptar el equipo al directo?
La representación en directo es algo muy importante para mí. Creo que hay una energía diferente entre el material de grabación y el directo. Me encantan las texturas frías con sonidos grabados en el estilo de Vivenza, y también actuaciones desbocadas y muy enérgicas, como las que ofrece Hanatarash. Ambas energías están dentro de mí. Para liberarlas, grabo sonidos los reproduzco en vivo. Los dos aspectos son muy importantes de cara a la representación sobre el escenario.
Continuando con los directos, actualmente estás haciendo soporte a Grim en alguno de su directos. ¿Cómo conociste a Grim y de qué manera surgió esa colaboración?
Cuando conocí a Grim, este había dejado de actuar desde hacía mucho tiempo. Hace unos 10 años, oí rumores sobre que Grim iba a volver a dar conciertos. Los rumores cobraron forma, y fui a su concierto de reactivación. Allí fue donde conocí a Jun. Nos entendimos perfectamente, y a raíz de ello me convertí en uno de los miembros sombríos de la presentación en vivo. (El soporte que acompaña en los directos a Grim va transformándose en cada concierto, excepto el propio Jun Konagaya).
¿Cuál es tu opinión acerca del panorama industrial en Japón? ¿Se cuecen muchos conciertos?
Creo que en Japón casi no se puede hablar de escena industrial. El flujo de ruido preponderante es una escena de ruido duro, música improvisada gratuita y actuaciones callejeras. A partir de ahora ya no hay suelo fértil para la música industrial en Japón, así que espero que el industrial japonés (incluido Linekraft) pueda elevarse dentro de la escena industrial internacional. Si esto sucediese, la situación actual de la música industrial japonesa sería bastante mejor de lo que lo es ahora.
Hace un mes el sello italiano Old Europa Café presentaba un recopilatorio en el que se incluyen dos casetes limitadas editadas por la misma discográfica años atrás, From The Days Of Slavery e Iwatsuki, ambas ejemplos perfectos de industrial bien concebido. Háblanos un poco de este nuevo lanzamiento. ¿Crees que ambos trabajos, aunque separados en el tiempo, se complementan adecuadamente como para vivir dentro del mismo recopilatorio?
El cassette Iwatsuki era una especie de método de prueba-error en ese momento. Con él trataba de encontrar el camino de Linekraft en la música industrial. En The Days Of Slavery, el sonido se presenta mucho más evolucionado que en Iwatsuki, por lo menos para mí.
Esta compilación actúa como una breve demostración del método de ensayo-error que Linekraft desarrolló durante el periodo 2016-2020.
Fernando O. Paíno
Deja una respuesta