SALVAJE, APLASTANTE, TRITURADOR

Phage Tapes - Junio de 2024 - noise - PT:490

Prelude: Judgement and Verdict of the Fallen

The Descent

Lethargy and Vigil

Interlude: Like Children Trapped in Limbo

Willing Obedience

Pale Soul

Your Face Is Fading Away

Irreverent Spirituality

Interlude: Now I Know Your Weakness

Lunatic’s Delight

The Unknown by the Equally Unknown

Inner Self in Flames

Moral Disagreement

Postludium: You Should Have Died

Circuit Corrupter contraataca con un nuevo lanzamiento cargado de ira y salvajismo disonante. “Synthesizing the Absence of Your Soul” hereda la estructura de su anterior lanzamiento, Destructive Maelstrom, pero perfeccionándolo hasta generar una auténtica magnum opus del ruido del nuevo siglo. 

Los que hacemos ruido sabemos que no todo el ruido es arte. Realmente, ruido sabe hacerlo todo el mundo, pero no todo el ruido gusta. El último trabajo de Circuit Corrupter es ruido del bueno, magistralmente ejecutado, con fluctuaciones epatantes y presiones acústicas inefables que van disolviéndose a la velocidad de la luz para reencarnarse en nuevas magnitudes de peso sonoro que taladran tu cerebro de la misma forma en la que cientos de gusanos devoran el cadáver de un ave adulta. Synthesizing the Absence of Your Soul es la segunda entrega de este proyecto gallego comandado por el gran Brais Remeseiro Portela, responsable de otras manifestaciones ruidistas como Dead Eye Terrorist.

Synthesizing the Absence of Your Soul está compuesto por 14 epitafios que circundan la idea que emana del propio título del álbum. En palabras del propio artista: «StAoYS» (acrónimo del título del álbum) es el sentimiento de pérdida y lo que provoca. La muestra inicial trata de un programa de televisión de 1989 en el que se entrevista a Sean Sellers, un joven matricida que sería ejecutado por inyección letal en 1999. Este comienzo desencadena el resto de los temas. 

Como vemos, el concepto general del álbum es bastante hermético frente al romanticismo o la compasión. Hablamos de un conjunto de temas en los que se expone una agresividad inconmensurable que nada tiene que envidiar a los mejores momentos de Incapacitants, Merzbow o Masonna. Las transiciones de Brais se suceden de forma vertiginosa, aplastando bloques de hormigón armado que parecían infranqueables; es una lucha del ruido contra ruido de dimensiones titánicas, segmentando ocasionalmente dichas magnitudes con estados de silencio o grabaciones de campo altamente inquietantes. 

Cierto es que este disco hereda el estilo de su primera obra también reseñada en NOmelody, Destructive Maelstrom, sobre todo si nos referimos a la alternancia de melodías cíclicas de carácter mesmerizante e hipnótico que saben ceder el paso a la cacofonía más vengativa, pero queremos entender este detalle como una especie de firma del propio artista más que como un recurso redundante. Lo que está claro es que los temas están repletos de variaciones, líneas de sonido que mutan, fluctúan y evolucionan sin cesar; es como contemplar el proceso de la vida pero a una velocidad vertiginosa. Si Marinetti hubiera tenido la oportunidad de escuchar este trabajo, posiblemente lo hubiera puesto de ejemplo en su manifiesto. Aunque la obra es en cierta manera fruto de la experimentación, nada de lo que aquí se expone se presenta de forma gratuita: cada corte, cada línea de sonido ha sido examinada con el más mínimo detalle para gestar algo único y devastador. 

Si a todo esto le sumamos la producción llevada a cabo por Grant Richardson, uno de los nombres más potentes del género power electronics, el resultado es inmejorable.

Si te gusta el ruido de calidad, no pierdas la oportunidad de disfrutar de este trabajo. Lo edita el sello norteamericano Phage Tapes y ha sido lanzado en formato CD.

Fernando O. Paíno