UN TESTIMONIO TRITURADOR
Marbre Negre - Abril de 2024 - noise - MN178
El 8 de octubre de 2022 tuvo lugar en el barrio barcelonés de Vallarca un festival tan demoledor como aplastante. Los proyectos Signatus, Catatonic State, Soma y Gyakusatsu se reunieron en la sala L’Antic Forn con la intención de desintegrar los oídos de los asistentes. El resultado fue más potente que una bomba de hidrógeno.
Los primeros segundos registrados en esta casete editada por el sello que se encargó de organizar este festival, Marbre Negre, nos sirven de contextualización: Latas de cerveza (sí, era cerveza. Sólo la cerveza suena así) abriéndose mientras que las primeras disonancias comienzan a proferir por los altavoces de la sala; alguna que otra conversación entrecortada por la expectación de lo que iba a acontecer termina diluyéndose entre un tsunami de ruido dirigido por el primero de los proyectos que actuaban, Signatus. Los próximos 12 minutos dan testimonio de la inefable brutalidad contenida en el ideario de esta banda: un impermeable muro de ruido se abalanza hacia los allí presentes ejerciendo una presión sonora de alta magnitud.
Tras semejante acometida, Catatonic State decide comenzar su actuación con una oscilación gradual de drone que va transformándose, mientras que los asistentes conversan amigablemente en catalán sobre planes secretos para dominar el mundo. Finalmente, el citado drone se extingue para dejar paso a una nube de ruido blanco que no llega a definirse muy bien en la grabación por causa de las altas frecuencias; sin embargo, nos deja imaginar de qué manera el artista proyecta la estructura atonal y la contingencia acústica que aquí se desarrolla. Un auténtica delicia.

Soma es uno de mis proyectos favoritos del panorama noise actual dentro de España. Me encanta cómo su frontman, David López Saludes, trabaja el ruido, litigándolo y desbocándolo sin ningún tipo de compasión con la intención de dar a luz un expresionismo cacofónico de alto standing. El cuarto de hora de espectáculo que queda registrado en esta cinta no tiene desperdicio alguno.
El punto final de este fantástico festival vino de la mano de Gyakusatsu, que además es la banda del responsable de este evento y a su vez de la casa discográfica Marbre Negre. Es por ello que le debemos mucho. Òscar es uno de los encargados de traer felicidad a nuestro espíritu en forma de disonancias agresivas, alaridos descontrolados, fluctuaciones desafinadas con premeditación y alevosía, y maldad cuidadosamente seleccionada. Sin lugar a dudas la guinda del pastel. Una lástima no haber podido estar allí presente para poder haber sentido las constantes punzadas de odio en forma de sonido, pero afortunadamente contamos con esta casete limitada a 50 ejemplares que todavía está disponible en el sello.
Desde NOmelody agradecemos y ensalzamos el esfuerzo que supone llevar a cabo festivales tan geniales como el aquí reseñado o el también catalán Death Cult Rising, que de forma periódica acerca fantásticos proyectos de industrial y derivaciones de este género al público peninsular.
Fernando O. Paíno
